soñando despierta.
Tu cuerpo humedecido y fresco,
dispuesto y sin reservas, se aligeró
cual hoja al viento
llevándonos sin saber a qué lugar
ni a que cielos.
Y te elevaste conmigo, incorpórea,
Intemporal, infinita...
Desapareciendo las sombras que proyectaban
Nuestros cuerpos en tierra.
Nos habíamos disuelto,
Difuminados en oleadas eternas,
Entre aromas y humores,
evaporados fuimos parte
De las aguas que bajan del cielo.
En un instante, uno sin mas...,
Solo un instante...